¿Qué es el megalitismo?

El término megalitismo proviene del griego “mega” (grande) y “lithos” (piedra). Designa un fenómeno arquitectónico prehistórico caracterizado por la construcción de monumentos con piedras de gran tamaño, escasamente trabajadas, erigidas principalmente entre finales del Neolítico y la Edad del Bronce, especialmente en el Mediterráneo occidental y Europa atlántica. Se trata de una manifestación cultural que refleja organización social, creencias rituales y conocimiento técnico.


El megalitismo constituye una de las formas más enigmáticas y fascinantes de expresión colectiva en Europa prehistórica. Más allá de su monumentalidad técnica — que ya revela una notable capacidad de planificación comunitaria y movilización de recursos—, los megalitos tenían significados funerarios, astronómicos, territoriales y simbólicos. En muchos casos, las estructuras parecen estar alineadas con eventos solares o lunares, reflejando un conocimiento empírico del entorno natural.

Cronología

Orígenes y primeras manifestaciones

Final del Neolítico antiguo / Neolítico medio
4800–4500 a.C.

Primeras construcciones megalíticas conocidas en Europa occidental (ej. dólmenes de Bretaña y Portugal).
Monumentos sencillos: dólmenes de cámara simple, menhires aislados.
Poblaciones ya asentadas con agricultura y ganadería, lo que permite excedente y organización para grandes obras.

Expansión y consolidación

Neolítico medio a reciente
4300–3500 a.C.

Gran proliferación en la fachada atlántica: Península Ibérica, Bretaña, Islas Británicas, norte de Europa.
Aparición de estructuras más complejas: cámaras con corredor, crómlech, alineamientos (Carnac).
Posibles funciones funerarias y astronómicas.
Desarrollo de redes de intercambio de objetos y técnicas constructivas.

Apogéo megalítico

Neolítico final – Calcolítico
3500–2500 a.C.

Construcciones monumentales muy elaboradas:
Newgrange (Irlanda), Stonehenge (Inglaterra), Almendres (Portugal), Menga (España).
Uso de grandes bloques tallados y transporte a largas distancias.
Complejas orientaciones astronómicas (solsticios y equinoccios).
Ritos funerarios colectivos con ajuares.

Transformaciones y pervivencia

Edad del Bronce inicial y media
2500–1500 a.C.

Disminuye la construcción de nuevos megalitos, pero algunos siguen en uso ritual o funerario.
Reutilización de monumentos antiguos, con añadidos o modificaciones.
Influencia de nuevas culturas metálicas (Campaniforme, Bronce atlántico).

Pervivencia simbólica

Edad del Hierro y época histórica
Algunos megalitos se integran en mitos, leyendas y cultos locales.
Uso como marcadores territoriales o referencias en caminos.
Conservación parcial gracias a su relevancia en la memoria colectiva.

Tipos de megalitos

Menhir

Piedra alargada / vertical erigida aislada. Su propósito puede ser ritual, territorial o astronómico.

Cromlech

Piedras dispuestas en forma circular, a veces rodeando un dolmen o túmmulo (como henges o círculos rituales), a menudo relacioando con enterramientos colectivos.

Dolmen

Tumba colectiva conformada por piedras verticales que sostienen una losa horizontal, frecuentemente encubierta por un túmulo.

Alineamiento

hileras de menhires dispuestas en serie —como los de Carnac— con posibles usos ceremoniales o de calendario.

Las piedras utilizadas suelen provenir del entorno local, aunque hay casos donde fueron transportadas desde varias decenas de kilómetros; se han identificado técnicas como extracción por cuñas de madera y palanca.

En estructuras complejas, como tumbas cubiertas, se empleaba tierra compacta o loam como relleno y soporte, junto a la piedra.

Las estructuras monumentales como los dólmenes o los henges exigían el trabajo de cientos o miles de personas durante largas temporadas, lo que indica un alto grado de organización comunitaria.

Una enorme variedad de caracteristicas, dentro de cada clase.

En España se encuentran algunos de los megalitos más imponentes de Europa.

El Dolmen de Menga (Málaga) alcanza 27.5 metros de longitud, 6 m de ancho y 3,5 de altura y alberga ortostatos de hasta 180 toneladas, un prodigio técnico para su época.

El Dolmen de Soto (Huelva) posee un corredor de más de 21 metros, con una cámara de 5 m de diámetro, uno de los más extensos de la península.

En Galicia, Dombate muestra un túmulo de 24 m de diámetro y una cámara de 4,2 × 2,5 m.

Funerario: principalmente en dólmenes, donde se depositaban restos humanos y ajuar funerario.

Astronómico: muchas construcciones tienen orientaciones alineadas con solsticios o estaciones astronómicas, como Newgrange e incluso Stonehenge.

Territorial / simbólico: los megalitos pudieron servir como marcadores de identidad, poder, dominio comunitario y conexión simbólica entre lo terrenal y lo celestial. algunos de ellos parecen simples marcadores o guías.

Los principales focos se encuentran en el suroeste de la Península Ibérica, Bretaña, sur de Inglaterra e Irlanda. Las construcciones son especialmente abundantes en áreas de transición entre la Europa atlántica y el Mediterráneo occidental

Civilización Atlántica

Este fenómeno se concentra especialmente en la costa atlántica europea (desde la Península Ibérica hasta las islas británicas e Irlanda) y constituye su foco más representativo. En estas regiones emergen dólmenes, menhires, crómlech y otros tipos que mantienen una coherencia formal y simbólica .

Algunos autores han sugerido que esta homogeneidad puede deberse a intercambios culturales o migraciones marítimas, aunque estas hipótesis aún se debaten y requieren más evidencia científica.

Numerosos analisis de elementos aislados o individuales, de manifestaciones locales o regionales, pero pocos estudios globales o con aplicación de las últimas tecnologías como IA, data sicience o machien learning.

Dentro del ámbito académico, la idea de una “civilización atlántica” unificada se considera especulativa. Algunas teorías modernas, como la propuesta por Ulf Erlingsson, vinculan el mito de la Atlántida con alguna manifestación del megalitismo atlántico, como la cultura de Newgrange en Irlanda, influenciadas por eventos como la inundación de Doggerland —aunque estas interpretaciones se consideran poco sólidas y carentes de respaldo cronológico o arqueológico concluyente.

Actuales investigadores, ligan el megalitismo atlántico a una civilización atlantica propia, no mitologica y con una entidad única.

Inspiración oceánica: la Civilización Atlántica


Según esta idea, habría existido una cultura común que compartía conocimientos constructivos, prácticas rituales y una cosmovisión ligada al mar y al cielo.

Aunque la arqueología académica interpreta el megalitismo como un fenómeno paralelo y diverso en distintas comunidades agrícolas, esta hipótesis invita a considerar la posibilidad de contactos e intercambios más amplios.